La proveeduría estratégica siempre ha jugado un papel subestimado cuando se trata del éxito de los negocios. El hecho es que las empresas que hacen esto correctamente deben ofrecer costos de producto más bajos o propuestas de margen más altas que impacten directamente en el EBITDA. Del mismo modo, al igual que la proveeduría ha liderado el camino para salir de una crisis en el pasado, esta función está bien posicionada para hacerlo de nuevo tras la última pandemia. Sin embargo, el éxito requerirá un enfoque totalmente diferente en el futuro.
La “Nueva Normalidad” es un embriagador brebaje de trabajo desde casa, reuniones virtuales, falta de viajes y una relación prominente con la pantalla de tu ordenador (¡y con los que están detrás de él!) Esto debería facilitar las cosas con el tiempo (uno esperaría). Sin embargo, la evolución del comercio minorista se ha adelantado a un ritmo más rápido de lo previsto. En consecuencia, los minoristas y las marcas tienen que pensar en cómo se adaptan para satisfacer las expectativas de sus clientes.
Sin embargo, mientras que las anteriores crisis económicas se centraron principalmente en las implicaciones financieras (supervivencia, conservación de efectivo, etc.), la “Nueva Normalidad” tiene la complejidad adicional de un panorama de proveeduría ya cambiante, una demanda volátil y la necesidad de fortalecer la cadena de suministro para hacer frente al mismo tiempo. Por lo tanto, ¿cómo deben avanzar las empresas? ¿Cuáles son los cambios que deberían hacer en su estrategia de proveeduría de China o proveeduría de Vietnam? A continuación destacaremos algunas áreas clave, pero un punto pertinente es la necesidad de actuar ahora, lo que podría ser un gran reto para algunas empresas; un ejemplo obvio son las restricciones presupuestarias (comprensibles).
Construyendo resiliencia en la cadena de suministro
McKinsey, la firma de consultoría estratégica, ha publicado un informe reciente sobre “Riesgo, resiliencia y reequilibrio en cadenas de valor globales” que apunta a la necesidad de crear solidez dentro de las complejas cadenas de valor mundiales. Señala una mayor frecuencia de perturbaciones en la cadena de suministro, pero también la gravedad cada vez mayor de esos acontecimientos, que pueden ser resultado del cambio climático, las crisis financieras, las controversias comerciales, las pandemias, los ciberataques, el terrorismo y la quiebra de proveedores. Es interesante que el informe cuantifique los intervalos que pueden esperarse para diferentes duraciones de interrupción:
- Interrupción de 1-2 semanas: 2.0 años
- 2-4 semanas: 2.8 años
- 1-2 meses: 3.7 años
- 2+ meses: 4.0 años.
Esto ciertamente subraya la necesidad de construir una capa de resiliencia en la cadena de suministro de cualquier empresa, dado el potencial de interrupción. Esta “Nueva Normalidad” se construye alrededor de esta necesidad de ser más resiliente pero también más ágil y eficiente en la forma en que actúa la función de proveeduría.
Proveeduría Estratégica 3.0
La pandemia es claramente una de esas perturbaciones y una que ha durado más de 3 meses en algunos casos, pero que ha tenido un impacto global único que ha cubierto tanto la oferta como la demanda. Hay lecciones claras que aprender en los casos en que se ha sentido una interrupción significativa. Hemos expuesto algunas de nuestras ideas sobre lo que se requiere para que las empresas y sus cadenas de suministro sigan adelante.
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Resiliencia en la cadena de suministro
Un punto de partida obvio. Las empresas que se han encontrado en un solo mercado y con proveedores limitados habrían tenido problemas difíciles de resolver. La continuidad genera resiliencia y tener planes de contingencia siempre es beneficioso. Para ello, desarrolla un profundo conocimiento de tus proveedores más allá de los fabricantes de nivel 1 (máxima transparencia). Busca también múltiples proveedores en todas las jurisdicciones para eliminar cualquier riesgo específico de un país.
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Alianzas
Este ha sido un tema recurrente en algunos de nuestros boletines anteriores. La verdadera creación de valor dependerá de las relaciones que tengas con tu base de proveedores. Esto puede significar co-invertir en rangos, comprometerte a un período más allá de los ciclos de pedidos basados en costos transaccionales o pagar un poco más para permitir la inversión a nivel de fábrica que, a su vez, impulsará eficiencias futuras y reducciones de costos. En última instancia, la innovación debe ser una colaboración a mediano plazo. Ciertamente, también debes considerar las alianzas en toda la cadena de suministro (como las plataformas digitales y proveedores de servicios).
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Agilidad
La agilidad dentro de la función de proveeduría será fundamental. Esto puede ser un reto donde los roles y estructuras de gestión más tradicionales se han utilizado históricamente en la mayoría de las funciones de proveeduría, y en particular más en Asia. La capacidad de responder rápidamente a las circunstancias cambiantes será importante en el futuro, ya que la demanda sigue siendo difícil de alcanzar y la oferta es un reto. Por ejemplo, la creación de equipos estratégicos multifuncionales para oportunidades específicas.
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El mundo digital y la analítica
El sector minorista ha estado hablando de esto durante años. Sin embargo, a menudo no se ha dispuesto de un presupuesto para invertir realmente en herramientas digitales y el análisis para lograr una mayor eficiencia y una recopilación de datos significativa. Esto ahora ha cambiado debido a que la mayoría de las empresas trabajan tanto de forma remota como a distancia de sus proveedores (estando ‘cerrados’). Dicha capacidad cubre aspectos de mapeo de proveedores, automatización, análisis de riesgos, tecnologías de control de calidad hasta la gestión del desempeño de proveedores.
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Sustentabilidad
Los consumidores han tenido la oportunidad de reevaluar su comportamiento y la forma en que solían consumir productos. La tendencia probable será un resurgimiento de la sustentabilidad en las fábricas, los productos y la logística para alinearse con esta demanda. Esto dará lugar a impulsores adicionales que van desde la calidad hasta la confiabilidad, además de las oportunidades de costo puro en países con salarios más bajos. Busca proveedores que puedan respaldar tus necesidades y que también desarrollen marcos regulatorios.
La importancia de la proveeduría en la “Nueva Normalidad”
La proveeduría estratégica es un componente importante de cualquier negocio. Es más crítico que nunca invertir en tu cadena de suministro y asegurarte de estar trabajando con los socios adecuados para aportar valor a tu negocio. Aquellas empresas que se adapten e impulsen el cambio en función de la proveeduría volverán a los niveles pre-pandémicos más rápido que sus competidores (¡aunque no hay garantías de que tus colegas pasarán del mundo virtual al mundo real en el corto plazo!).
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